Por qué las mujeres tienen más problemas de sueño que los hombres

Por qué las mujeres tienen más problemas de sueño que los hombres

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¿Sabía que las mujeres sufren problemas de sueño, como el insomnio, en mayor proporción que los hombres? Las hormonas, los niveles de estrés y las presiones sociales se entrelazan para crear experiencias de sueño distintas para las mujeres en las diferentes etapas de la vida. Comprender los patrones de sueño de las mujeres es esencial no sólo para lograr un mejor descanso a corto plazo, sino también para favorecer el bienestar general. 

Este artículo profundiza en las razones físicas, psicológicas y sociológicas de esta disparidad. También ofreceremos una guía útil sobre cómo las mujeres pueden mejorar la calidad de su sueño abordando las causas únicas de los problemas de sueño entre las mujeres.    

Acompáñenos a examinar los complejos factores que determinan los patrones de sueño de las mujeres y a descubrir sencillas estrategias para favorecer un sueño reparador.  

El papel de las hormonas en el sueño femenino

Ciertas hormonas, como la melatonina, desempeñan un papel clave en la determinación de los patrones de sueño típicos de hombres y mujeres. Las hormonas envían señales químicas que regulan los ritmos circadianos y repercuten en la calidad del sueño. En el caso de las mujeres, las distintas etapas de la vida traen consigo cambios drásticos en los niveles hormonales, lo que conduce a mayores tasas de interrupción del sueño que las que experimentan los hombres a lo largo de su vida. 

Cómo afectan las hormonas a los ciclos de sueño de las mujeres

Además de la melatonina, las hormonas estrógeno y progesterona también influyen en el sueño de la mujer. Se ha descubierto que el estrógeno favorece el sueño REM, mejorando así el descanso, mientras que la progesterona puede inducir somnolencia, pero también puede causar problemas como la obstrucción de la respiración durante el sueño.

Alteraciones durante la menstruación, el embarazo y la menopausia

Los cambios hormonales que se producen durante el proceso de envejecimiento suelen alterar los patrones habituales de sueño. El ciclo menstrual conlleva cambios en los niveles de estrógeno y progesterona cada mes, lo que puede provocar dificultades para dormir debido a calambres o sofocos en momentos concretos del ciclo.

El embarazo introduce nuevas capas de complejidad. Durante el embarazo, el aumento de los niveles de progesterona puede inducir una somnolencia diurna excesiva. Al mismo tiempo, las molestias físicas asociadas al embarazo, sobre todo en sus últimas fases, pueden perturbar el sueño. 

Por último, la menopausia conlleva un brusco descenso de los niveles de estrógenos que provoca síntomas frustrantes como los sofocos, que perturban las fases profundas del sueño REM y provocan noches inquietas. 

Beneficios potenciales de la terapia hormonal sustitutiva

Si padece síntomas posmenopáusicos graves, incluido el insomnio, puede que le interese someterse a una terapia hormonal sustitutiva (THS) bajo supervisión médica. La THS consiste principalmente en complementar los niveles hormonales bajos, especialmente los que afectan directamente a la capacidad de descansar bien por la noche, lo que podría mejorar la calidad general del sueño de las mujeres con síntomas posmenopáusicos graves. Hable de la THS con su médico; puede que le ayude a recuperar noches enteras de sueño reparador y reparador.

El impacto de la ansiedad, la depresión y el estrés en el sueño

Los estudios demuestran que a las mujeres se les diagnostica ansiedad y depresión en mayor proporción que a los hombres. Los sentimientos de ansiedad y temor asociados a estas graves enfermedades mentales pueden mantener a quienes las padecen despiertos por la noche con pensamientos intrusivos y acelerados. Los altos niveles de estrés agravan aún más estos problemas, provocando alteraciones en los ciclos del sueño.

El bienestar psicológico está estrechamente relacionado con la capacidad de conciliar el sueño y mantenerlo durante toda la noche. Y los problemas de bienestar mental a menudo se manifiestan en síntomas físicos que alteran los hábitos normales de sueño, causando tanto somnolencia diurna excesiva como dificultad para conciliar el sueño por la noche. Comprender esta relación dinámica es importante para desarrollar estrategias de gestión eficaces para las personas con trastornos del sueño relacionados con problemas de bienestar mental. 

Formas eficaces de controlar el insomnio provocado por la ansiedad

El primer paso para controlar el insomnio inducido por la ansiedad consiste en reconocer su impacto en la vida, o reconocer que se experimentan dificultades para dormir debido a los sentimientos de ansiedad a la hora de acostarse. La terapia cognitivo-conductual, guiada por un terapeuta profesional, es una opción que puede resultar muy eficaz para quienes padecen insomnio inducido por la ansiedad, como demuestran los estudios de investigación. Otros tratamientos son la medicación, prescrita por un médico, y las técnicas de relajación.  

Los siguientes cambios de comportamiento pueden complementar eficazmente los tratamientos descritos anteriormente: 

  • Cree una rutina relajante antes de dormir: Esto podría implicar leer en lugar de utilizar dispositivos electrónicos que emitan luz azul antes de acostarse, ya que la luz azul altera los ritmos circadianos.
  • Mantenga hábitos regulares de ejercicio, porque la actividad física regular no sólo favorece mejores beneficios fisiológicos, sino que también mejora el sueño profundo, garantizando noches sin interrupciones.
  • Limitar la ingesta de cafeína, especialmente cerca de las horas de la noche, así como reducir el consumo de alcohol. Esto ayuda a mejorar la calidad general del sueño porque ambas sustancias interfieren con los ritmos circadianos y, además, contribuyen al síndrome de las piernas inquietas.

Comprender la relación entre las enfermedades mentales y los trastornos del sueño permite a los pacientes buscar las opciones de tratamiento que mejor se adapten a ellos y desarrollar rutinas de sueño adecuadas. Lograr un descanso suficiente a través de estas prácticas también puede tener un impacto positivo en los síntomas de bienestar mental.  

Factores sociales que afectan a la calidad del sueño de las mujeres

Las presiones y expectativas sociales que recaen sobre las mujeres han cambiado radicalmente a lo largo de la historia. En la vida contemporánea, muchas mujeres se sienten agobiadas por la presión de "tenerlo todo": alcanzar un alto nivel de logros profesionales al tiempo que construyen una familia, ¡y hacer que todo parezca fácil!  

Las presiones externas, como el estrés laboral, las obligaciones familiares y los estándares de belleza siempre cambiantes, pueden contribuir a dormir mal de dos maneras. Estas presiones alimentan las condiciones de bienestar mental comentadas anteriormente. Al mismo tiempo, el concepto de "tenerlo todo" tiene el efecto práctico de llevar a muchas mujeres a esforzarse más que nunca, restándoles el tiempo necesario para descansar y recuperarse.   

Las presiones sociales conducen a una mala calidad del sueño

La mujer moderna se encuentra a menudo haciendo malabarismos para desempeñar numerosos papeles simultáneamente: cuidadora, trabajadora profesional, administradora del hogar. Esta multitarea constante genera importantes niveles de estrés que, a su vez, pueden provocar trastornos del sueño o incluso insomnio.

Esta disponibilidad constante para el trabajo o las interacciones sociales interfiere en su tiempo de descanso nocturno, lo que provoca dificultades para conciliar el sueño y permanecer dormido.

Estrategias para gestionar las influencias externas en los hábitos de sueño femeninos

Para combatir los efectos de las presiones sociales sobre los hábitos de sueño, establezca límites claros en torno a las horas de trabajo y el tiempo personal. Evita contestar correos electrónicos o llamadas a altas horas de la noche, que alteran tu ritmo circadiano y provocan una somnolencia diurna excesiva que puede afectar a la calidad de tu trabajo. 

Se ha demostrado que las técnicas de atención plena, como la meditación, son beneficiosas para controlar el insomnio inducido por la ansiedad. Practicando la atención plena con regularidad, se puede aprender a estar presente, lo que reduce la ansiedad y favorece un sueño profundo y reparador. 

Las rutinas de ejercicio físico también desempeñan un papel importante. El ejercicio regular ayuda a reducir los niveles de ansiedad al tiempo que mejora el bienestar general, favoreciendo así un sueño reparador. Sin embargo, haga ejercicio al menos unas horas antes de acostarse, ya que hacerlo demasiado cerca de la hora de dormir puede energizarle y provocar dificultades para conciliar el sueño.

Remedios naturales para mejorar la calidad del sueño

En los campos de la medicina holística y la naturopatía ha aumentado notablemente el uso de adaptógenos, sustancias que ayudan al organismo a gestionar eficazmente el estrés. Se cree que estos compuestos botánicos regulan los procesos corporales y mantienen el equilibrio, mejorando así el bienestar general, incluida la calidad del sueño.

Adaptogénicos

Los adaptógenos son plantas no tóxicas utilizadas durante siglos en las tradiciones curativas china y ayurvédica. Se denominan adaptógenos porque "adaptan" su función a las necesidades específicas del organismo. Algunos ejemplos populares de adaptógenos son la Ashwagandha, la Rhodiola Rosea, la Albahaca Santa (Tulsi) y el Ginseng.

El principal atributo de los adaptógenos es su papel potencial en el equilibrio hormonal y la reducción del impacto del estrés en el organismo. Se cree que esto no sólo ayuda a mantener el equilibrio mental, sino que también favorece un mejor patrón de sueño al ayudar a relajarse antes de acostarse.

¿Cómo mejoran los adaptógenos el descanso nocturno?

Los efectos calmantes de los adaptógenos sobre nuestro sistema nervioso pueden conducir a un sueño reparador para algunos. Veamos el poder de dos potentes hierbas adaptógenas para favorecer el sueño: 

  • Ashwagandha es conocida por sus potentes propiedades antiestrés, que podrían ser beneficiosas contra el insomnio causado por el estrés crónico. Las investigaciones sugieren que esta hierba mejora la resistencia al estrés, aumentando la calidad de vida autoevaluada.
  • Rhodiola Rosea ha demostrado ser prometedora como ayuda en el tratamiento de la depresión leve a moderada, que suele ir acompañada de trastornos del sueño. Esta hierba combate los desequilibrios hormonales y el aumento de los niveles de cortisol, que contribuyen a la depresión y a la falta de sueño. 

Conclusión

Dormir bien por la noche puede parecer difícil si se sufre una privación crónica del sueño debida a cambios hormonales, ansiedad, depresión o al estrés de intentar seguir el ritmo de las presiones sociales para alcanzar niveles imposibles de cumplir en todos los ámbitos de la vida. 

En este artículo, hemos explorado las intrincadas conexiones entre los retos únicos a los que se enfrentan las mujeres contemporáneas y el impacto de estos factores en los patrones de sueño de las mujeres. 

El simple hecho de ser más consciente de estos aspectos del bienestar del sueño femenino puede ayudarle a crear mejores hábitos de sueño o a buscar finalmente opciones de tratamiento para su insomnio. Prueba las prácticas de autocuidado y los remedios naturales para el sueño comentados anteriormente para renovar tu rutina a la hora de dormir y conseguir noches de sueño de calidad más constantes.  

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