Maximice el potencial de su mente mediante una salud intestinal óptima

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¿Le sorprendería saber que las bacterias microscópicas que viven en su intestino tienen un impacto significativo en su inteligencia y función cognitiva? Puede parecer ciencia ficción, ¡pero es cierto! 

Los billones de microbios que residen en el intestino, conocidos colectivamente como microbioma, no sólo se ocupan de digerir los alimentos. De hecho, la salud del microbioma intestinal desempeña un profundo papel en la salud del cerebro.  

En este artículo, destacaremos los puntos clave de una investigación de vanguardia que explora el fascinante vínculo entre las bacterias intestinales y la inteligencia.

Hablaremos del equilibrio entre bacterias "buenas" y "malas" en el intestino, de la influencia de estas bacterias en la producción de neurotransmisores y de las fascinantes posibilidades de tratamientos médicos que podrían aprovechar estos conocimientos en el futuro. 

Acompáñenos a descubrir el extraño y fascinante papel del eje intestino-cerebro en la formación de la inteligencia humana, y a sugerirle formas de potenciar su rendimiento mental mediante la optimización de la salud intestinal.

El papel de las bacterias intestinales en el bienestar

Cuando se trata de nuestro bienestar, el microbioma intestinal es un actor fundamental. Compuesto por miles de millones de bacterias, este complejo ecosistema que llevamos dentro se ha relacionado con efectos tanto positivos como negativos en nuestro bienestar.

Identificar las bacterias buenas frente a las malas

Para entender cómo influyen estos diminutos organismos en nuestro bienestar, los científicos los han clasificado en bacterias "buenas" y "malas". Las buenas: 15 tipos diferentes de bacterias, entre ellas Lactobacillus y Bifidobacterium - se asocian a resultados beneficiosos como la mejora de la digestión, el aumento de la inmunidad y la producción de vitaminas.

En cambio, los malos son otras 15 especies de bacterias que pueden provocar efectos adversos si superpoblan el entorno intestinal. Un ejemplo notorio es Clostridium difficileque pueden causar diarrea grave u otras afecciones intestinales graves si no se controlan.

La relación entre el microbioma intestinal y las enfermedades crónicas

Un desequilibrio en la composición global de las diversas comunidades microbianas de nuestro interior, conocido como disbiosis, podría desencadenar la aparición de diversas enfermedades crónicas. Por ejemplo, la obesidad suele asociarse a una mayor proporción de Firmicutes frente a Bacteroidetes en el intestino, lo que sugiere una posible relación entre las bacterias intestinales y el aumento de peso. 

Además de los trastornos metabólicos, cada vez hay más pruebas del papel que puede desempeñar una microbiota alterada en las enfermedades cardiovasculares, la diabetes de tipo II y otras afecciones graves. Esto subraya la importancia de comprender los factores que conforman el entorno microbiano único de cada persona y su impacto posterior en el riesgo del huésped de desarrollar enfermedades no transmisibles prevalentes en la actualidad.

Por ejemplo, las investigaciones indican que los pacientes hipertensos tienden a tener niveles elevados de Proteobacterias así como un descenso de Roseburia, Faecalibacteriumy Prausnitziilo que apunta a una probable relación entre la disbiosis y la hipertensión arterial. 

Desentrañar la complejidad de las interacciones que tienen lugar en el microbioma intestinal y su impacto en el bienestar general abre las puertas a intervenciones específicas dirigidas a restablecer el equilibrio óptimo de este ecosistema crucial y reducir los riesgos de enfermedad.

Conexión entre el microbioma intestinal y el cerebro

Un aspecto fascinante del papel del microbioma intestinal en el bienestar humano es su influencia en el cerebro a través de una vía de comunicación conocida como eje microbiota-intestino-cerebro.

El concepto de eje microbiota-intestino-cerebro

No se trata de un concepto abstracto, sino de un sistema bidireccional tangible que conecta nuestro intestino con nuestro sistema nervioso central. El eje microbiota-intestino-cerebro permite interacciones directas e indirectas entre las poblaciones microbianas que residen en nuestro interior y diversos procesos fisiológicos que tienen lugar dentro de nuestro cerebro.

Es como tener su propia red interna de telecomunicaciones, en la que las bacterias gastrointestinales estimulan la producción de neurotransmisores, los mensajeros químicos responsables de la comunicación entre las células nerviosas. Los neurotransmisores afectados por las bacterias intestinales incluyen la serotonina, la dopamina y el ácido gamma-aminobutírico (GABA), entre otros, que regulan los cambios de humor, la capacidad de aprendizaje y la función cognitiva general.

Producción de neurotransmisores por las bacterias intestinales

Las cepas bacterianas específicas de este ecosistema bacteriano diverso forman parte integral de la señalización neuronal y, por lo tanto, afectan profundamente al estado de ánimo. He aquí más información sobre los neurotransmisores clave, su papel en nuestros procesos corporales y las bacterias que influyen en su producción:  

  • GABA: Se ha determinado que las especies Lactobacillus y Bifidobacterium producen GABA, uno de los principales neurotransmisores inhibidores que afectan a la regulación del estado de ánimo.
  • Norepinefrina: La norepinefrina, un producto de las colonias de Escherichia, desempeña un papel crucial en la capacidad de atención y los niveles de alerta, por lo que influye significativamente en las capacidades cognitivas.
  • Serotonina: Producida principalmente por las células enterocromafines situadas a lo largo del revestimiento intestinal, también influidas por la actividad de Candida Albicans, la serotonina se asocia a una mejora de la memoria y del bienestar emocional.
  • Dopamina: Generada en gran medida por la acción de ciertos bacilos, la dopamina es un agente fundamental en la regulación de los sistemas de recompensa de la motivación y, por tanto, de la cognición en general.

La influencia de las bacterias intestinales en la inteligencia

Recientemente, muchos científicos han centrado su atención en cómo los residentes microscópicos del microbioma podrían estar influyendo en la inteligencia humana.

Un estudio pionero publicado en la revista Patógenos intestinales pretendía descubrir posibles conexiones entre tipos específicos de bacterias intestinales y niveles de inteligencia fluida entre adultos jóvenes. A menudo ignorados por los investigadores debido a que se centran en grupos demográficos de mayor edad o en poblaciones con enfermedades específicas, los adultos jóvenes ofrecen perspectivas únicas porque sus cerebros aún están en desarrollo.

Los científicos estudiaron muestras de heces de los participantes, que revelaron la composición de la comunidad bacteriana de cada individuo. A continuación, los participantes se sometieron a rigurosas pruebas cognitivas que medían capacidades asociadas a la inteligencia fluida, como la capacidad para resolver problemas y el pensamiento lógico. 

Los resultados muestran vínculos entre determinados grupos bacterianos y el rendimiento cognitivo

Los resultados fueron fascinantes. 

Los participantes cuyos ecosistemas internos estaban dominados por dos familias concretas - Ruminococcaceae y Coriobacteriaceae - superaron sistemáticamente a los demás en pruebas cognitivas, lo que sugiere una posible relación entre la presencia de estas comunidades microbianas y la mejora del rendimiento intelectual. Además, la suplementación con probióticos de estas cepas bacterianas mostró mejoras en la cognición. 

Cabe destacar que Ruminococcaceae ya se ha relacionado con efectos beneficiosos para el bienestar, incluida la producción de ácidos grasos de cadena corta, que también pueden ayudar al funcionamiento del cerebro. Coriobacteriaceae también se cree que está relacionado con la mejora del bienestar mental, aunque su papel exacto sigue siendo incierto.

A pesar de los interesantes resultados, es importante recordar que apenas estamos empezando a comprender las complejas relaciones que entran en juego. A pesar de las correlaciones encontradas, la investigación en este campo es aún incipiente, y es necesario realizar más estudios para descartar otros factores influyentes.

Sin embargo, las implicaciones son profundas. Si otros estudios respaldan los descubrimientos iniciales, en el futuro podrían surgir nuevas posibilidades de mejorar la cognición humana mediante la manipulación selectiva del microbioma intestinal, lo que ofrecería una vía prometedora no sólo para mejorar el bienestar físico, sino también para potenciar el intelecto. 

Pruebas de estudios anteriores que respaldan los resultados actuales

Una copiosa cantidad de investigaciones anteriores ha sido fundamental para formar nuestro conocimiento actual de las bacterias intestinales y la inteligencia. De esta investigación se desprenden dos tipos clave de bacterias prometedoras para el bienestar cognitivo: Ruminococcaceae y Lactococcus.

Ruminococcaceae's Asociación con la mejora de la cognición en personas mayores

Esta familia de bacterias intestinales se ha relacionado específicamente con la mejora de la cognición en adultos mayores. Se encuentran principalmente en el colon, donde desempeñan un papel esencial en la descomposición de los carbohidratos complejos en compuestos más simples que son más fácilmente absorbidos por nuestro cuerpo.

En un estudio, los ancianos con niveles más altos de estos microbios beneficiosos superaron a sus compañeros en pruebas cognitivas. Esto apunta a una importante relación entre este tipo específico de microbiota intestinal y la agudeza mental en etapas posteriores de la vida.

Lactococos Impacto en la producción de dopamina

Como se ha mencionado anteriormente, el Lactobacillus afecta a la producción de dopamina. Profundicemos en la importancia de la dopamina para diversas funciones cerebrales. 

La dopamina es un neurotransmisor vital que controla las emociones, la inspiración, la concentración y la educación. 

La dopamina producida por Lactobacillus y otras especies bacterianas afines no permanecen confinadas en el intestino, sino que tienen acceso directo al sistema nervioso a través del eje microbiota-intestino-cerebro. Esta interacción podría mejorar funciones cognitivas como la memoria y la toma de decisiones.

Además, hay más de lo que parece cuando se habla de Lactococcus relación con la producción de dopamina: las pruebas sugieren que también sería posible modular sus niveles dentro de nuestro cuerpo, lo que podría conducir a estados de ánimo estables y a una mayor claridad mental, ambos componentes críticos de la inteligencia en general.

Producción de GABA por Pseudomonas

Otro actor clave en la cognición es la bacteria Pseudomonas. Pseudomonas es otra bacteria productora de ácido gamma-aminobutírico (GABA), un neurotransmisor inhibidor que ayuda a mantener el equilibrio del sistema nervioso. 

El GABA desempeña un papel fundamental en la promoción de una cognición sana, ya que un exceso de excitación neuronal provoca síntomas similares a la ansiedad, mientras que una actividad neuronal insuficiente da lugar a procesos de pensamiento lentos. Por lo tanto, un nivel óptimo de este neurotransmisor favorece la concentración, la estabilidad emocional y, en última instancia, la inteligencia.

Conclusión

Los microorganismos que viven en el intestino humano son fundamentales para mantener el bienestar general, con billones de tipos diferentes de bacterias que afectan a afecciones que van desde las dolencias crónicas hasta la agilidad mental. 

La intrigante conexión entre el intestino y el cerebro a través del eje microbiota-intestino-cerebro ha abierto nuevas vías para comprender, y posiblemente potenciar, la inteligencia humana.

Ciertas familias de bacterias como Ruminococcaceae y Coriobacteriaceae han mostrado vínculos prometedores con la mejora de las puntuaciones cognitivas, lo que sugiere su impacto potencial en los niveles de inteligencia.

Increíblemente, otras especies como Lactococcus puede incluso moldear nuestros patrones de pensamiento a través de la producción de neurotransmisores.   

Los nuevos descubrimientos de los próximos años podrían permitirnos ampliar nuestras mentes alterando el microbioma intestinal mediante la dieta y los suplementos probióticos. Aunque la investigación científica en este campo es aún incipiente, resulta fascinante conocer el poderoso papel que desempeña el intestino en la inteligencia humana.        

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